Arrancó el abierto de polo y lo fascinante de esto es la parafernalia que hay alrededor de este deporte. Si tengo que sincerarme, más que saber que existen un par de chaquers (o chukkers mejor dicho) que dividen en diferentes tiempos el partido y que 8 jugadores sobre caballos de diferentes colores corren detrás de una pelota, supongo de madera, no sé… así que voy a escribir sobre mis sensaciones ahí dentro. Dejo de lado temas como el maltrato de animales, creo que porque prefiero hacer la vista gorda en este caso. Déjenme decir que acá en Palermo es TODO un evento, desde el payaso, símil Piñón Fijo, que te recibe en la entrada, la cantidad innumerable de sponsors (y regalos), el espacio de Mimo exclusivo para chicos, los turistas, los fanáticos, los ignorantes del deporte (en este segmento entro yo), los niños aburridos, gente de todas las edades, hasta el decorado. No todos fuimos con el mismo fin, en muchos casos La Dolfina vs. Sao José no fue el motivo de reunión, también se hizo presente el sentido de pertenencia, la necesidad de querer ser parte de esa elite de seguidores de polo y lo que eso conlleva. Es llamativo ver los diferentes grupos sociales queriéndose acercar, desde el outfit y el comportamiento a un estilo de vida que pocos llevan realmente sentido.
La entrada general (y más barata) cuesta 30 pesos, incluye: los partidos de la fecha vistos desde una tribuna bastante decente y una linda tarde al aire libre.
Este es un acontecimiento que los amantes de la moda no pueden perderse por nada del mundo, acá van a encontrar a las personas mas lookeadas de todo Buenos Aires, la verdad es que me hubiese gustado poder retratar mejor todo esto en imágenes, pero me resultó muy difícil, ya que todos los espectadores (de la edad que se les ocurra) tenían más que preparado el atuendo: capelinas por doquier, vestidos de todos los largos y colores, pantalones pinzados, cargo, camisas, camisolas, chalinas y pañuelos, realmente súper variadas las combinaciones.
Yapa: Adolfito Cambiaso en vivo y en directo!
Un suceso en el que vale la pena reparar!
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